Su vecindad con el vecino país de Ecuador convierte a sus ciudades de altura, Pasto e Ipiales, en paso obligado para quienes recorren la cordillera de los Andes hacia el sur. Además, la localización estratégica de Nariño en el suroccidente colombiano le permite tener acceso a la Costa Pacífica y a la Amazonía, dos regiones sobre las que el mundo dirige su mirada por las enormes riquezas que conservan.
Una de las mayores bellezas de Nariño es la Laguna de La Cocha, a media hora al oriente de Pasto, el segundo lago más grande de Suramérica en la parte andina después del Titicaca. En medio de sus aguas se levanta la isla de La Corota, antiguo sitio de adoración de los Quillasingas y hoy en día Santuario de Flora y Fauna de Colombia.
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